Leticia Choclán cuenta la historia de su tatuaje en el blog de Tatualia Chueca.

Mowgli. Mi tatuaje

Tiempo de lectura: 3 minutos

Las historias de tatuajes son tremendamente maravillosas. Hoy os vamos a contar la del tattoo preferido de Leticia. Mowgli, mi historia.

Hay marcas en la piel que describen una vida, hay cicatrices que cuentan momentos y tatuajes que son historias. Los hay de todo tipo. De los que hablan de amor, también de desamor; de amistad por encima de todo, de familia, de aquel día… el mejor de mi vida; o de aquel otro fatal, pero parte de mi. Hoy os vamos a contar el tatuaje perfecto de Leticia, su historia y sus porqués

Si hay algo que nos guste -subiendo de nivel al encante- son las historias de vuestros tatuajes. En todos estos años ¡anda que no nos hemos reído! También emocionado, escuchando por qué este sí y el otro no, por qué este nombre o por qué este dibujo. Son momentos tan maravillosos esos que compartís con nosotras que hemos decidido darles voz -y letra- a esas historias vuestras que tanto os definen, u os han definido en algún momento de vuestra vida. Empezamos con la primera, que es la nuestra..

Las historias de tatuajes son maravillosas. ¡Aquí va la de Leti -la mía-!

De mis 36 tatuajes hay uno que destaca por encima del resto, y no por su tamaño precisamente, aunque depende que entendamos por tamaño. Hay cosas pequeñas que son inmensamente grandes… Creo que los tatuajes marcan una experiencia vital, un hecho de tu vida, una marca en el tiempo, una cicatriz preciosa. Tengo tatuajes de las personas más importantes para mi, las que me han dado vida y me la siguen dando cada día. Es por eso que no podía ser de otra manera ni de otra persona. Es mi padre el protagonista de este maravilloso cuadro de color que llevo siempre conmigo.

Decía Bagheera en El Libro de la Selva “muchas y muy extrañas leyendas se cuentan en estas selvas de la India; pero ninguna tan extraña como la de un niño llamado Mowgli”. Tal vez por mi carácter rebelde, por vivir la vida despeinada, por mi afán por andar descalza -por donde sea-, por esa pequeña locura que tanto dicen que me define… Pero era Mowgli la palabra más bonita del universo cuando era él quien la pronunciaba. Así me llamaba, así me gustaba que lo hiciera. 

Por ser, como ya he dicho, la palabra más bonita del universo, decidí que fuera parte de ese portfolio de vivencias, ocupando, por supuesto, un lugar que no solo puedo ver cada día, sino el mejor para la mejor de las suertes. Mi brazo derecho. Siento, así, que siempre está conmigo, que me acompaña ayudándome en cada decisión que tomo, desanudando cada duda que tengo, haciéndome mejor cada día… siendo mi bracito derecho

Y como de tatuajes y personitas importantes se trata esto, os voy a contar cuál va a ser mi tatuaje número 37: el primer dibujo que haga mi sobrina. 

Si es que ya os lo decía… Los tatuajes son vivencias, son personas, son tu propia definición; son tu propio libro, tu propia vida, tu propio camino, tu propia experiencia. Un tatuaje, simplemente, es tu propia historia.  

La frase de hoy es de Johnny Depp: «Mi cuerpo es mi diario y mis tatuajes son mi historia».

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